Tras el brote de coronavirus originado en Wuhan, China, nuevas herramientas digitales se ponen al servicio de las autoridades y los distintos organismos para detectar, contener y buscar curas para la enfermedad.
La emergencia y rápida propagación del virus permite tener una mejor perspectiva sobre cómo la innovación y la tecnología ayudan a manejar emergencias de salud públicas. En este caso, ya es posible apreciar el enorme impacto del desarrollo tecnológico gracias al crecimiento exponencial de la conectividad y el acceso a la información.
1. Decodificación del virus.
Cuando se detectó el primer brote de SARS en 2002, se tardó más de un año en secuenciar el genoma del virus. Hoy, 18 años después, los avances en secuenciadores permitieron no sólo que el costo del proceso disminuya enormemente, sino también acelerarlo: el genoma del coronavirus fue secuenciado menos de un mes después de haber identificado el primer caso. De la misma manera, un laboratorio en Singapur anunció que lanzaría un kit que permitiría a los pacientes ser testeados por tres tipos de coronavirus en menos de dos horas.
2. Seguimiento en tiempo real.
Herramientas de vigilancia desarrolladas a partir de algoritmos de inteligencia artificial toman datos de noticias, foros, blogs y organismos de salud públicos para advertir a sus clientes de potenciales brotes de enfermedades como el coronavirus. Por ejemplo, una empresa de monitoreo de salud canadiense alertó sobre el comienzo de la epidemia el 31 de diciembre de 2019, 10 días antes de que la Organización Mundial de la Salud emitiera el primer comunicado oficial sobre el coronavirus.
Al mismo tiempo, la compañía predijo correctamente que, en los días posteriores, el virus viajaría desde Wuhan hasta Bangkok, Seúl, Taipéi y Tokio. Por supuesto, esta tecnología también permite seguir el progreso del coronavirus en tiempo real, como puede verse en el mapa interactivo desarrollado por por webs.hn con datos de la Universidad Johns Hopkins.
3. Robots y drones: un rol fundamental
Muchos aeropuertos que tienen comunicación fluida con China han instalado dispositivos que permiten detectar si la temperatura de los viajeros es superior a lo normal. Son cámaras que utilizan sensores térmicos para capturar el calor que produce el cuerpo de una persona para generar una imagen 2D, similar a un mapa físico, donde cada temperatura es señalada con un color diferente. Ciudades de China como Beijing, Shanghái y Shenzhen implementan esta tecnología en subtes, escuelas y centros comunitarios.
Robots, más específicamente drones, incorporan este tipo de cámaras térmicas para detectar individuos con temperaturas elevadas y, además, distribuir mascarillas, alimentos y productos desinfectantes sin establecer contacto físico. En hoteles, hospitales y otros edificios públicos se ven robots que desinfectan habitaciones y/o hacen llegar alimentos a los pacientes aislados.
Fuente: eluniversal.cl